1
–Elige siempre que puedas, carbohidratos de bajo índice glucémico: productos
integrales, verduras, frutas y legumbres.
2
–Los frutos secos son muy buenos y carbohidratos de bajo índice glucémico. Pero
contienen 9 calorías por gramo y cien gramos son más de quinientas calorías la
gran mayoría de ellos. Ello debido a que contienen mucha grasa, por lo que
debes comer con control.
3
– Cuando te sientes en la mesa, no utilices como referencia las calorías
que has quemado durante el entrenamiento. No es una regla de tres que si has
quemado 3000 calorías, por lo menos te vas a poder meter 2000 calorías en la
primera comida.
4
– Come menos pero más veces.
5
– Añade fibra en la dieta porque crea sensación de saciedad.
6
– El aceite que acompañas a la ensalada es una “bomba de relojería”…si te
pasas en la cantidad. Hay un dicho que dice que la ensalada bien salada, poco
vinagre y bien aceitada. Como le hagas caso ni te cuento. Dos cucharadas
soperas de aceite de oliva, tienen unas 350 calorías.
7
– Las cenas con moderación. Eso no quiere decir que no puedes comer
carbohidratos. Pero elige los apropiados y con moderación. Por acompañar un
pescado o una ensalada con algo de arroz, por ejemplo, no pasa nada. Además si
entrenas al día siguiente es lo más adecuado.
8
– Los días que tengas descanso activo o total, controla las cantidades de
comida.
9
– Almuerza y merienda porque sino tendrás ansiedad cuando llegues a la
siguiente comida. Además, así no perderás masa muscular.
10
– Come despacio y mastica bien los alimentos.