Lo primero que debemos tener claro es que como en todas las cosas: “La constancia
hace al maestro”. Esto quiere decir que aunque nunca hayan sido buenos para
los deportes, si practican, practican y practican, se podrán convertir en un
deportista capaz de competir. Y aunque a lo mejor no logren el podio, podrán
superar sus propias limitaciones y demostrar todo lo que han crecido.
Hay dos conceptos básicos cuando hay que entrenar para
una carrera de mountain bike y estos son el fondo y la potencia.
El fondo se logra con largos entrenamientos, donde lo
importante es rodar y rodar, o sea sacarle kilometraje a nuestras piernas y
bicicleta.
En cambio la potencia se logra con entrenamientos, tal vez
más cortos, pero intensos, donde nuestros músculos se fortalecen y hacen que
saquemos todo lo que tenemos dentro para llegar y conseguir nuestro objetivo.
Ambos son muy importantes, porque con el fondo acostumbramos
a nuestro cuerpo a estar por largas horas sobre la bicicleta y en condiciones
extremas, ya sea por la escasez de agua o comida, como por la dificultad del
terreno. Y la potencia nos sirve para que podamos aplicar la mayor fuerza en
condiciones extremas de terreno, y con esto me refiero básicamente a las
subidas, cuestas o caminos de tierra o arenosos.
En un entrenamiento para una carrera de mountain bike ,
ambos conceptos son igualmente importantes. Se suele partir con el fondo,
porque es donde el cuerpo, poco acostumbrado a estar sobre la bicicleta, va
adquiriendo la costumbre de estar sobre el sillín, utilizar los músculos, que
tal vez hemos tenido adormecidos durante años, y a saber cómo reacciona nuestro
cuerpo con ciertos alimentos o bebidas.
Es en estos momentos en que es recomendable probar lo que
iremos a comer o beber a la hora de una carrera y así probar qué tal nos cae o
qué efecto produce en nosotros. Así también es bueno probar la ropa y las
zapatillas que utilizaremos. Todo esto con el fin de no llevarnos una
desagradable sorpresa a la hora de la carrera. Lo importante es ir preparándonos
y conociéndonos en condiciones a las que no estamos acostumbrados.
No les voy a recomendar que tomen o coman tal o cual bebida o
alimento. Cada cuerpo es diferente y reacciona de manera distinta, por lo que
más allá de oir las recomendaciones de los amigos o conocidos, lo importante es
aprender a conocerse y a hacerle caso a su cuerpo, finalmente esa es la máquina
con la que cada uno cuenta y hay que saber reconocer sus pronunciamientos. Esto
quiere decir que no le teman a beber sólo agua o a comer un sándwich, da lo
mismo, si a Ud. le cae bien, hágalo.
En cuanto a las horas para salir a entrenar para una carrera
de mountain bike, lo más recomendable es en la mañana, temprano, para no tener
el sol fuerte del mediodía o la oscuridad de la tarde-noche. Y obviamente lo
mejor es no haber trasnochado o bebido la noche anterior, para poder estar en
las mejores condiciones para el esfuerzo físico.
Lo ideal es hacerlo en grupo de dos o más personas, eso
permite medirse, cambiar opiniones, sentirse acompañado, tener mayor seguridad
y es más motivante a la hora de tener que salir de la cama temprano el fin de
semana, mientras el resto de la familia sigue durmiendo.
Si es la primera vez que va a entrenar, le recomendamos que
se inicie en una zona suave, pero
intenso, y si queda con ganas de más, puede subirlo cuantas veces lo desee.
A medida que vaya adquiriendo la costumbre podrá trasladar su
entrenamiento para una carrera a lugares más alejados, más difíciles y con
mayor exigencia.